La apuesta de Macron por gente novata en su política es un quitte ou double.
Al pueblo le suele gustar ese tipo de campaña de frescura.
De entrada.
Aquí.
Al día siguiente de ser elegido, Macron contaba con 24 a 26% de intención de voto para su partido, es decir su cota de la primera vuelta. El menor apoyó jamás obtenido por un presidente electo 24 horas después de su elección.
Habrá que ver en los próximos días si la lista de candidatos potencia esas expectativas.
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De momento ya se ha cabreado el centrista Bayrou, al que se le ha hurtado el tercio de candidatos, algo que fue pactado entre su partido, el Modem y el partido de Macron.
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Y al asesino-sepultutero del Partido Socialista, Manuel Valls, le ha dado un poco de árnica.
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