martes, 7 de febrero de 2017

Muerte súbita

CAT escribe sobre Pla, y luego un interesante futurible con muchas variables.
Aquí.

"Veinticuatro horas después [del 155 y su despliegue en cascada glosado], regresa la calma", escribe.
O no: muy probablemente, de hecho, no.
La calma se toma su tiempo.



Aquí va mi vaticinio, el  haber acertado en el Brexit y el Trumpéxito me avalan diría que en un 75%:

La UE probablemente instará a una mesa negociadora en cuanto los indepes consumen sus hechos, y no por amar al Cesár menos ni por amar a Roma más, sino porque los hechos son los hechos, y quien pega primero pega dos veces y suele ganar.

El Gobierno del PP no ha llevado la iniciativa en este asunto, y así sólo puede buscar el empate; el empate eterno. La victoria le está vedada si persiste en no querer jugar el partido.

Hay deportes en que los empates no se permiten y llega la muerte súbita, que es en lo que estamos.
Los indepes tienen el poder, y no hay mayorías alternativas plausibles ni a corto ni a medio plazo, incluso un pacto ERC- Comuns - PSC, si sumara, no sería una mayoría contraria al referéndum, pues el PSC volvería a su derecho de decidir, nunca del todo abandonado.


Dicho lo cual, la única manera de que esto acabe medio bien es que se celebre una consulta no vinculante, que cabe perfectamente en la Constitución y en las Cortes, y que se pronuncien (tras un debate  promovido por los "remainders", serio y técnico y con muchos líderes europeos invitados, como pasó con Escocia), que se pronuncien, decía,  un 70% o mejor un 80% u 85% de los residentes en Cataluña con derecho a voto... en las municipales (muchos extranjeros pues, cuya opinión tiene su valor también).

Y a partir de ahí, una vez conocida la mayoritaria opinión (no vinculante pero sí consultiva de los votantes, dar por cerrado el asunto para los próximos 5 o 10 años, si sale el NO; o bien, si sale el SÍ empezar a negociar el desenganche, que tampoco es el fin del mundo, visto lo visto en el mundo de hoy, donde hay cosas mucho más perniciosas.


Si la UE puede y debe sobrevivir al Brexit, a qué no podrá sobrevivir España.