Después de la cabalgata pasada en Madrid para épater (aquí) y para xoder a la chiquillería, este año la alcaldía ha decidido volver a la ortodoxia real y no cortar cabezas, con un Baltasar negro-negro como dios manda (y no un pseudo tuareg ibicenco), un Melchor provecto, un Gaspar de luengas..
Se agradece, Carmena.
Ya darán el cante en Vic, Vic, Vic.
Al rey verdadero, de todos modos, ya le cercenan la testa o lo queman en efigie el resto del año.