sábado, 7 de enero de 2017

El Pep que pudo reinar

En una entrevista de Landaluce llena de erratas, errores y algún que otro horror, Josep Piqué dice algunas verdades del barquero, ahora que está en el privado.
La dimisión del Estado en Cataluña, especialmente.

Sin embargo, yerra en lo principal: no hay en el Parlament ninguna opción constitucionlista por muchas elecciones que se repitan. Y, sobre todo, el independentismo nunca muere (da risa que extraiga conclusiones de las encuestas de empate técnico), y la pirámide de edad, junto con la política de inmersión ideológica (que sí se hace a través de la lengua, don José), son la apisonadora que allana la vía hacia la oficialización de la separación de facto que ya se ha producido.

Piqué y los terceristas del think tank llegan tres legislaturas tarde.
Y él, que tenía la oreja del jefe a tiro, calló como un bellaco. Qué va a decir ahora.



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Sólo un referéndum a la escocesa  y con una alta participación puede impedir una independencia de hechos consumados, que será en 17 o en 18 o en 19 pero que será.