El conductor asesino del camión que mató a doce personas en Berlín fue abatido ayer en Milán; no pudo ser deportado por dos veces a su país, porque Túnez no lo reconoció por dos veces o bien tardó mucho en hacerlo la tercera vez.
Aquí.
En Alemania se sabía que andaba con malas compañías y que tenía un pasaporte italianos falso.
En Italia sabían que había circulado con seis identidades falsas.
A pesar de ello, disfrutaba del estatuto de Duldung (suspensión de la orden de expulsión o de deportación), palabra que también significa indulgencia y tolerancia; circulaba a sus anchas,
Cruzó dos fronteras europeas tranquilamente, y ni siquiera fue identificado antes de ser abatido. Murió porque disparó a los policías; de haber entregado cualquier documentación falsa, es probable que anduviera aún suelto.
Estos son los hechos.
Luego nos extrañamos de que suban como la espuma los populismos que claman mano dura.
P.D.
Gracias al nivel 4 de alerta, en España se han detenido a más de 17 yihadistas, dice ufano el ministro.
Nadie le ha preguntado al ministro ni a sus antecesores por qué no se ha estado siempre en nivel 4 desde lo de Atocha.