Eduardo Mendoza, el e(x)qui y el distante.
Aquí.
Que diga que los Nobel de literatura no los conoce nadie (cuando más del 80% de escritores de primera categoría indiscutibles) y que, en cambio, los Cervantes (qué casualidad) son indiscutibles (siguiendo su extraño criterio: a la mayoría de los Cervantes no los conoce nadie fuera del ámbito español; él debería saberlo más que otro) demuestra que ser un buen escritor no sirve necesariamente para tener criterio literario.