Queman la bandera española y la foto del rey. Y la constitución.
Aquí.
No hay Diada sin juegos de fuego, es bien sabido.
El simbolismo de la quema es indudable, pero lo que simboliza también: el odio más puro al otro.
Ya dejó dicho Mitterrand en, probablemente, su mejor frase: "El nacionalismo es la guerra".
De quemalibros nunca ha salido nada bueno.
15 años de los las torres gemelas, y parece que fue ayer.