martes, 9 de agosto de 2016

Duelo de vértigos

Aparte de incumplir sus promesas pre/electorales/ post  de no apoyar nunca a Rajoy (y esto hasta ayer mismo), Rivera hace algo muy extraño y se juega gran parte de su capital político: pedirle al corrupto que se comprometa a acabar con la corrupción como condición previa para apoyarlo en la investidura (el PP como partido está imputado hoy por hoy, no se olvide.)
Aquí.

El CIS de ayer debe de haberle hecho entrar el canguelo a los de C's.

Pide Rivera 6 cosas para empezar a hablar de pasar de la abstención al SÍ a Rajoy. Algunas muy amargas, ciertamente, para el PP.

Pero no pide las dos cosas principales para regenerar este país (si es aún es regenerable, algo dudoso): acabar con la politización de la justicia y un pacto por la educación tutelado por el catedrático de filosofía Gabilondo, por ejemplo, que es el que más se acercó a ello.

En fin, al menos le pone C's la presión al PP, que o bien se agarra a este clavo más que ardiente con el riesgo de calcinarse, o no se agarra... y es como si se hubieran convocado virtualmente nuevas elecciones.

Tiene eso sí una virtud esta extraña jugada: pone a Rajoy al borde del abismo al precio de poner a C's al borde de su suicidio... si Rajoy lo lleva al huerto, es decir, si le acepta el sexálogo y luego tururú que te vi.