Ana Pastor, que fue din duda alguna, la mejor ministra del gobierno Rajoy, no empieza con buen pie su aventura pastoral en el Congreso.
Si su comparecencia para dar cuenta de la aceptación de la encomienda real del candidato rajoy brey fue del todo esperpéntica, su decisión de ordenar el debate de investidura no le va a la zaga: fija el mismo horario que su partido criticó amargamente en un escrito cuando era sánchez castejón el candidato.
Es lo que se llama una coherencia a prueba de bomba.
El debate no necesita de una velada de reflexión tras la previsible intervención del jefe de la pastora. Más bien ésta debería entonar el "pastores a Belén, pastores..." para las terceras.
Sobre todo porque esta vez, y contrariamente a lo que cree Rajoy, en su sapiencia carpetovetónica gallega, los catalanes, aunque sepan, no van a "hacer cosas."