Como Rivera sabe que no hay precedentes de partido bisagra de centro o liberal que haya sobrevivido a un tándem con los conservadores en Europa en los últimos 70 años, hace muy santamente en abstenerse técnicamente con la boca chica y hasta con un mohín de desprecio (el del sentido de Estado), y poner al PSOE ante su espejo: o se abstiene como ellos e inviste a Rajoy, o no se abstiene y entonces embiste a Rajoy, y se arriesga a que el toro lo cornee y lo convierta en un pelele tipo PASOK.
De todos modos, una lista conjunta PSOE-C's con el programa de los doscientos abrazos sería un lista ganadora en invierno, en la que ya deberían de estar trabajando liberales y socialistas.
Por si aca.
Por si aca.