miércoles, 22 de junio de 2016

Tenemos los votantes que nos merecemos

La único que sabemos de cierto es que el domingo el PP ganará las elecciones.
Aquí y acá  Manso y Losantos arremetiendo hoy contra el rajoyismo celista tancredista
No les falta, si no la razón, sí una larga serie de razones.
Pero es que los rivales se supone que también juegan, y aquí el único que juega a fondo y se menea es Podemos. Los demás parece que hacen figuración.
PSOE y C's se fundieron hace unos meses, sin saberlo, en el abrazo de los perdedores. Y en vez de perseverar en ese abrazo, haciendo de necesidad o error virtud, y presentarse como el centroizquierda europeísta que son o deberían ser, y como la centralidad que ese único día ostentaron, volvieron cada cual a moverse sueltizos en campo abierto, como si no hubiera pasado nada, a la caza y captura del disputado voto del señor de izquierdas y del de derechas, respectivamente.

El pueblo español hablará de aquí unos días en las únicas encuestas que aciertan: las del 26-J, que serán incluso distintas a las israelitas al pie y al cierre de las urnas. Y sólo entonces se plasmará lo que las encuestas no dicen pero que suelen llevar en sus tripas, como se vio en Navidad: que C's puntúa siempre por debajo de su estimación en las encuestas, que Podemos al revés, que el PP tiene voto oculto en la faltriquera y que el único que va a parecerse a sus desastrosos pronósticos es el previsible y escuálido voto socialista.

PP y Podemos sumarán unos 210 escaños.
PSOE y C's unos 120.
Ese es el eje, no otro. Lo que ganan y los que pierden.

Y en el fiel del eje-balanza: los nacionalistas disgregadores: unos 20 y pico escaños, como siempre desde que empezó el régimen del 78; siempre inclinándolo.
Más claro, agua.


Y así las cosas, puede pasar de todo. Que gobierne Podemos con los socialistas y la abstención nacionalista, o que el PSOE deje gobernar a Rajoy mientras se refunda. Esas son las dos únicas opciones plausibles. En esto Iglesias tiene, ay, razón.

Pero no se descarta cualquier otra cosa más improbable.

Podemos no ha venido sólo para quedarse, sino para gobernar.
Pero como me dice un amigo que también vive en el exilio voluntario:

"A medio plazo, efectivamente, todos calvos, pero nadie escarmienta en cabeza ajena y posiblemente necesitemos un poco de medicina corralito".