Jornada de reflexión para lo de mañana y por lo de ayer.
Mañana es el segundo round del combate entre el populismo y la civilización; y se celebra en España.
Cameron y los del Bremain no perdieron el referéndum sino que lo ganaron también: nunca quisieron una Europa Federal, que es la aspiración lógica del europeísmo sano, si no que apostaron por seguir luchando contra Europa desde dentro, a base de privilegios y palos en las ruedas dentadas de Bruselas y con su natural distancia epidérmica; ahora deberán hacerlo desde fuera.
Su voluntad isleña y endogámica y arisca ha prevalecido al final.
"Deme tres buenas razones para permanecer", decía la jefa de los Windsor.
En el fondo del Brexit y del Remain latía esa misma xenofobia que ahora ya podrá expandirse sin cortapisas, un tsunami que pronto inundará zonas del continente europeo y asimismo llegará a las playas de Estados Unidos.
Rafael Moyano lo explica perfectamente según las teorías proxémicas de E. T. Hall.
Aquí.