Podemos ha presentado su programa copypasteando el catálogo de IKEA.
Es una gran idea de marketing, desde luego, que aburguesa al partido sin que se note.
Lo que no sé es si IKEA le hará gracia y se querellará; seguramente no, pues eso es publicidad para la tienda, y, además si se querella, molestaría a muchos clientes podemitas de la empresa sueca, que son un buen nicho treinteañero.
La socialdemocracia republicana e ikeica, el falso do-it-yourself sueco, es un buen golpe; ha de reconocerse que esta gente maneja los códigos semióticos, algo clave para alcanzar a una población que parece que vive aún en un medio amniótico.