"Te entiendo" es lo que le ha dicho por mensaje SMS interpuesto Rajoy a Esperanza Aguirre, que ha dimitido como presidenta del PP de Madrid por los casos de corrupción que están siendo investigados.
Dos palabras de RIP para agradecer toda un vida al servicio del partido. No cabe mayor mezquindad.
En vez de saludar el gesto de responsabilidad política in vigilando, sus rivales, todos, desde Podemos a C's, desde el PSOE hasta IU, se ceban con ella y hacen leña del árbol caído.
Incluso C's y Podemos se pelean entre ellos como carroñeros para atribuirse el tanto de la dimisión. Indigno.
Al margen de si aparte de las políticas, Aguirre deberá encarar otras responsabilidades, cosa que dirá la Justicia, hoy la dirigente madrileña ha hecho algo que pocos políticos practican en este país: asumir la responsabilidad de dimitir por haber nombrado a personas que se han comportado de manera poco ética, o algo peor que eso.
Debería, para completar el gesto, dimitir de concejal del Ayuntamiento: sería así coherente del todo y no buscaría el amparo de la inmunidad parlamentaria si la corrupción acaba apuntado penalmente hacia ella. Rita Barberá no es un buen ejemplo de conducta a seguir.
Que el PP haya dejado caer a Aguirre con un funeral de dos míseras palabras en un SMS y al mismo tiempo ampare a Barberá en la Diputación del Senado indica hasta qué punto el PP está incapacitado para todo lo que no sea su pase a la oposición y su refundación.
Lo triste y grave de todo esto es que tal situación aboca a que tenga que gobernar un PSOE igual de corrupto que el PP, en muchos de sus estratos, y ello de la mano de un populismo antisistema (de probable financiación extranjera bajo sospecha) y gracias a la complicidad pasiva o activa todos los enemigos del Estado democrático: nacionalista e independentistas que obran para acabar con "el régimen del 78", como lo llaman despectivamente.
Y los 40 diputados de C's no dan para gobernar.
Javier Marías arremete en su entrega dominical con tino contra estos iconoclastas antiguos que quieren derribar la Democracia.