martes, 23 de febrero de 2016

La Unión Europea ha muerto, viva la Desunión Europea

En una tribuna tan feroz como certera en El Mundo, los catedráticos de Derecho Constitucional M. Fuertes y F. Sosa ponen el dedo en la llaga de lo ocurrido el otro día en Bruselas: el entierro disimulado de la U.E. con una serie de concesiones al Reino Unido y un mecanismo de "alerta temprana" en manos de los Parlamentos nacionales y regionales, verdadero harakiri de la que podría haber llegado a ser la soñada Europa Federal de los padres fundadores.
Los autores propugnan la desaparición del Consejo Europeo como órgano rector de los destinos comunes de la Europa comunitaria. Quia. Nunca renunciarán los jefes de Gobierno a ser los amos del cotarro. Y ellos además nombran a la Comisión, ayudante del verdugo, cooperador necesario para la ocasión.
Solo queda el Parlamento Europeo, que podría levantarse contra el europeicidio perpetrado... pero los grandes Grupos Políticos de Estrasburgo son uña y carne de los Gobiernos, y a los pequeños Grupos ya les va bien que se acabe con el sueño europeísta.
En adelante, los Parlamentos nacionales -y hasta regionales- coaligados podrán torpedear toda legislación que no convenga a sus intereses nacionales o regionales.
RIP EU.




Para este bloguero, sólo quedaría que alzase la voz del más alto Tribunal de la Unión, si llegara a conocer de algún litigio planteado ante sí, y hacer oír así el quejido del ideal europeo pisoteado, es decir: reparar el suceso de los Tratados violentados. Los profesores ni lo plantean en su artículo, con lo cual solo cabe ser pesimista.

La salvación de la UE pasa solo por la, incierta a fecha de hoy, salida del Reino Unido, y la más que probable crisis subsiguiente que se produciría a todos los niveles, y el  eventual rearme moral de una serie de países tras dicha crisis, todo ello con una nueva generación de políticos de partidos europeístas al mando y apoyados por amplias capas de la población dispuestas a resucitar el ideal europeo. Casi nada.

Sólo se llora lo que se pierde, y Europa aún no a empezado a llorar.