Una gran victoria no de la libertad de expresión, sino de la libertad tout court.
Pinche aquí.
Fin de la preferencia impuesta del catalán, lengua usada y abusada por el nacionalismo para construir su relato xenófobo.
Si seguimos así se abortarán ésta y otras leyes y normas raciales que durante años se han tolerado cuando no jaleado en Cataluña.
Ojalá se hubiera asfixiado la cosa en el huevo, pues ahora la serpiente anda suelta por la ciudad y hay que andar matándola a cachitos, pero más vale tarde que nunca.