Tras el tan esperado Comité Federal del PSOE de hoy, Sánchez quiere que sean primero las bases del partido las que avalen el posible pacto de hierro con Podemos.
Tout pour le peuple, rien par le peuple.
Muy hábil por su parte, pues ¿cómo logrará oponerse luego el Politburó a lo que hayan dicho las bases consultadas?
Y las bases siempre quieren partida (y sangre e hígado...).
El rey, feliz no-cumpleaños, deberá pues encargar a Sánchez la semana que viene la encomienda de intentar formar Gobierno, visto que el camino está expedito a fecha de hoy ya que los barones no le han rebanado la cabeza al ciudadano Sánchez, que tiene prórroga hasta mayo.
Qué mal han de estar las cosas en el país para que el Gobierno de España dependa de que el único en poder logar una investidura, a fecha de hoy el líder del PSOE, acepte o no, o más o menos, o se niegue a aceptar o no la abstención o incluso la ausencia física del hemicirco de los independentistas catalanes en el momento de la votación, para poder intentar gobernar en tándem con el populismo antisistema de Podemos.
Además, ¿cómo se hace para negarse a aceptar una abstención o una ausencia física?
Eugeni D'Ors, ante una receta de jabalí con salsa que empezaba: "Cójase un jabalí, adóbese luego con romero y... etc", exclamó: "¿¡Cómo que: cójase un jabalí....?!"
Pues eso.
Mientras tanto en Roma, perdón, en Barcelona, Artur Mas se lame las heridas y dice lleva siempre en el bolsillo el acuerdo de Junts pel Pels con la CUP, es decir su sentencia de muerte a la guillotina, cual Conde decapitado de Mazinger Z.
Incroyable mais vrai.