A Pablo Iglesias va y le brindan tribuna en EL PAIS, para que haga una soflama y remate la tarea del viernes pasado, donde le dejó al PSOE las carteras de agricultura, cultura y... ¿costura?
En la tribuna de marras, el jefe de Podemos dice admirar a los votantes de PSOE (pero no dice por qué), llama a rebato a las izquierdas, se cisca en el ordoliberalismo (¿este hombre ha oído algo más que campanas en su vida?), y para broche cita a Danton y su "audacia, siempre audacia y más audacia", pero omite decir el contexto de las palabras dantonianas que en su boca suenan, por cierto, dantescas: Lasciate ogni speranza, voi ch'intrate...
Mientras tanto en Roma, perdón, en Caracas, en Teherán...
Ahora bien, resulta que Danton dijo estas célebres palabras ante la Asamblea, el 2 de septiembre de 1792 (porque Prusia se había unido a Austria y el 19 de agosto lo enemigos entraron en Francia haciendo caer plaza fuerte una tras otra): "Audacia, más audacia, y siempre más audacia y la Patria será salvada"; el pueblo, ese mismo 2 de septiembre, reinterpreta tan telendo él el mensaje pro domo sua, se dirige a las prisiones parisinas en busca, a falta de algo mejor que echarse al colmillo, de un enemigo interior; y tras juicios tan sumarios como delirantes, ejecuta a curas refractarios, sospechosos de actividades contrarevolucionarias (¡desde la cárcel!), presos de derecho común y... prostitutas (aprovechando que el Sena pasaba por ahí).
Las degollinas duraron cuatro días, y los diputados tardaron meses en condenar los sucesos. Fue el punto culminante del Terror, y radicalizó la Revolución hasta puntos de no retorno.
Excuso contar cómo acabó Danton, pero sí citaré sus palabras postreras: "Lo único que me duele es morir antes que esa rata de Robespierre".
Mientras tanto en Roma, perdón, en Barcelona, Ada Colau, que es un montón de siglas metidas en un proyecto común, dice que va a por todas y quiere ampliar, desde el PSC a la CUP, como un nuevo PSUC con faldas y a lo loco.
Todo esto vive de tuits y flashes televisivos. Es decir, tiene un gran futuro, naturalmente.
Todo es submundo destila pensamiento debilísimo y telegenia barata. Tiene un gran futuro, evidentemente.
El único consuelo que queda es que a la izquierda radical española, cuando monta un tinglado y se queda embarazada de sí misma, le nacen septillizos, y al poco tiene tres escisiones, dos dantones, un robespierre y una ruptura. Uf.