lunes, 14 de diciembre de 2015

Un undecálogo

En estos días de campaña electoral conviene recordar cómo funciona la propaganda, cuáles son sus principios operacionales.


1. Principio de simplificación y único enemigo: adoptar una única idea, un único símbolo; individualizar al adversario en un único y solo enemigo. En nuestra campaña, los ejemplos son fáciles de detectar: para el PP, el enemigo (nominal) a batir es el PSOE; así lo ha dicho el macho alfa, que es Rajoy. Y por eso solo condesciende a debatir hoy con Sánchez, en el cara a cara.  Para el PSOE el enemigo es uno también: la derecha como Jano Bifronte: PP-C's. Para C's el coco es el bipartidismo, el establishment político. Y para Podemos el enemigo es el sistema.  QED. 


 
2. Principio del método de contagio: aunar a los  distintos  adversarios en una sola categoría o individuo; Los rivales han de constituirse en una hidra de tantas cabezas como haga falta, pero nunca dejar de un solo bicho, una sola hidra:  para el PP, su hidra es "los que se quieren cargar la prosperidad presente y futura, a sea por incompetencia (socialistas), bisoñez (C's) o  pura maldad antisistema (Podemos). Para el PSOE, su hidra es "los que se quieren cargar el estado del bienestar y convertirlo en un estado del malestar: el PP y C's, por liberal-privatizadores,  y Podemos por comunisto-colectivizadores, esto es,  "la misma mierda" que decía Felipe González de PP e IU. Ciudadanos tiene como hidra a "los que  quieren seguir con la categoría rojos y azules: el PP los azules y PSOE Y PODEMOS matices del rojo"; y para Podemos la hidra es "la casta sistémica", es decir el sistema mismo, el marco referencial.


3. Principio de transposición: atribuir al adversario los propios errores y defectos, y respondiendo al ataque con otro ataque equivalente. Aquello de "si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”, o bien el: "y tú más". No daré ejemplos, para no llenar todo el blog de campo con ellos.


4. Principio de exageración y deformación:  hacer de cualquier anécdota o elemento del rival, por insignificante que sea, en amenaza grave para todos. Ejemplo: C's propone algo sensato, como equiparar las penas penales de hombres y mujeres, y todos se le echan a la yugular y parece que las mujeres y hombres de este país verán conculcados sus más sacrosantos derechos.


5.  Principio de vulgarización: toda propaganda debe rebajarse hasta alcanzar el mínimo denominador común de entendederas de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa  a la que haya que seducir, tanto menor será el esfuerzo mental que realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión floja;  y, además, tiene gran facilidad para olvidar. Ejemplo: el PP confía en que la masa olvide que subieron los impuestos y recortaron en muchos ámbitos; el PSOE confía en que la masa olvide que dejó el país en la ruina y al borde del rescate. Ciudadanos quiere que la masa olvide que ya se presentó en 2008 a las generales en coaliciones estrámboticas (y en 2009, para las Europeas, con una plataforma antieuropeísta y una financiación extranjera vergonzante) y no obtuvo ni un puñado de votos o que predica primarias pero luego nos las cumple él mismo y utiliza el dedo; y Podemos quiere que la masa olvide que Venezuela e Irán existen.
 

6. Principio de orquestación:  la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas machaconamente, presentándolas una y otra vez desde diferentes ángulos pero siempre convergiendo en el mismo concepto,  sin fisuras ni dudas. De ahí el célebre adagio: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad” o “difama que algo queda”.  El PP: somos la única opción fiable y con experiencia, los demás no tienen lo que hay que tener (y se arremete contra ellos). El PSOE: somos el cambio sensato que garantizará el estado del bienestar y, de paso, arreglaremos en problema catalán, con una constitución helvética, y los demás son la misma caca por exceso o por defecto (y se arremete contra ellos). Ciudadanos: somos la reforma del sistema, que no hay que tirar sino recauchutar; los demás o bien son inmovilistas, “PPSOE” o son unos antisistema. Y por fin Podemos: we are the people, we are the world, y los demás la casta.

7. Principio de renovación: conviene trasladar constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que para cuando el adversario responda,  el espectador ya no esté por la labor o esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel in crescendo de las acusaciones. Sobran los ejemplos: cada día nos trae su cosecha de acusaciones y desmentidos que ya nadie quiere escuchar.

8. Principio de verosimilitud: argumentar a partir de fuentes diferentes, usando los llamados globos sonda o las informaciones fragmentarias o recabada en la red, los “trending topics”: está de moda decir que no hay que mandar tropas terrestre a Siria, y si antes de ha dicho que se podrían mandar, se echa un atrás. O bien se lanza el globo sonda de una rebaja del IVA en tal sector, por ejemplo a las entradas de  cine: si gusta en las redes la idea, adelante a toda vela.

9. Principio de silenciación: pasar de puntillas en los asuntos en que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también con contraprogramación y la ayuda de medios de comunicación adictos. Ejemplo: no hablar de la corrupción el PP, o lo mínimo, sin entrar en detalles; y si te pillan con el carrito del helado, pasar a otro tema o decir que la corrupción es humana, y que el principal perjudicado es el propio PP (por lo de Bárcenas y Lapuerta, sin ir más lejos). El PSOE: los ERE ya no existen si es que existieron, etc…

10. Principio de la asimilación: en general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o fundacional o un conjunto de odios y prejuicios atávicos; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas, primigenias, idiosincrásicas. Ejemplo: el PP: España es una gran nación (explotando el complejo de inferioridad-superioridad, que es el mismo,  tradicional en el español de a pie). El PSOE: “somos el partidos de los hombres que amaban a las mujeres”; la paridad a rajatabla, la discriminación positiva: así tiene lazado al votante femenino progresista, y al mismo tiempo, al “varón domado”. Ciudadanos: somos jóvenes y con futuro y no queremos que nos lo roben. Todo el mundo se siente joven, de hecho cuanto mayor es uno más joven se siente, y eso bien los saben los publicistas. Y Podemos: somos el Imagine de John Lennon, un mundo sin guerras y sin clases sociales, love and peace. ¿Qué sociedad no sueña con esto cuando está colocada, ya sea de botellón, de hierba, o de carajillos.

Y el undécimo principio: el principio unanimista, que es lograr convencer a mucha gente de que se piensa “como todo el mundo”, creando la impresión de unanimidad: aquí se me permitirá un excurso catalán: todos los catalanes quieren la independencia, o al menos el derecho a decidir si quieren ser o no... (....españoles, mayormente). No importa que sean el 47,8%  los que fueron a votar por el Sí a la independencia; son “todos los catalanes”.

Es en verdad impresionante constatar cuán vigente sigue hoy en día este undecálogo de propaganda… nazi.  
Lo pergeñó un señor llamado Joseph Goebbels.