jueves, 24 de diciembre de 2015

Un autodefinido real

El discurso del rey.  Sin tartamudeo siquiera. Pero alguna gesticulación, de cabotin. El gesto subrayando a destiempo la palabra. Despidiéndose en cuatro lenguas. Impostación real.
Habló el rey, árbitro y moderador, por obra de la Carta Magna, de que España es un "un gran Estado" (sic): creo que es la primera vez que un monarca en democracia se refiere al país como Estado.
Pero el Estado no es grande o pequeño, sino que es o no es. Lo hay o no lo hay.
(Franco, el padrino del actual  rey, fue también Jefe de un Estado, grande, uno y dizque libre).

Predicar la unidad de España apelando a un "gran Estado". Hasta aquí han llegado las aguas, es decir las mareas. Y sus afluentes y riachuelos, que van a dar en la mar, que es el morir.
Un gran Estado. Un Estado fallido ya, para algunos. Un autodefinido.