- El primer sustantivo se escogía al azar y se repetía dos veces.
- El segundo tenía que ser obligatoriamente “la gallina”.
- El tercero, que era el que concluía el poemita, debía estar lo más alejado posible desde un punto de vista semántico del primero.
Rosa Díez
Rosa Díez
La gallina
Sosa Wagner
un decir...
Viene esto a cuento de esta campaña imaginativa en la que dos miembros de UPyD se enfundan en unos disfraces de gallina y acuden a actos electorales para denunciar el ostracismo que sufre su partido a pesar de contar con 5 diputados en el Congreso, fruto de un millón muy largo de votos en el Parlamento saliente.
Ya se ha mencionado en este blog de campo que tanto UPyD como IU sufren de una marginación inaceptable a manos del "bipartidismo a 4" que han impuestos los medios y los cuatro partidos interesados (y que la JEC parece acompasar con toda su parsimonia y pasividad).
Es evidente que tanto UPyD como IU merecerían estar en muchos de los debates multilaterales, tanto más cuanto su marginación sacrificial se hace en el altar de dos partidos emergentes que no disponen de representación ninguna (todavía) en el Congreso. Esto es una muestra más del imperio abusivo de la demoscopia, instrumento que no se limita a hacer fotos fijas de la realidad, para saber lo que está opinando la gente, como debería ser su cometido, sino que influye en lo que acabe opinando la gente el día en que esa opinión realmente cuente, el día de la gran encuesta de verdad: el día de las elecciones.
Es plausible pensar que si UPyD e IU participaran en esos debates, muchos votos o algunos irían a esa formaciones en detrimento de los dos partidos llamados emergentes.
UPyD es el partido que, a día de hoy, sigue impulsando judicialmente casi en solitario la investigación al clan Pujol en Cataluña, (Comunidad donde carece de toda representación) haciendo lo que se supone que debería haber hecho y no hizo ni hace su ahora nemésis C's.
Si la demoscopia marca la agenda política desde hace años, ello no debería hacer que se incumplan reglas profilácticas y básicas del funcionamiento de la Democracia; la Democracia es el "deber ser" y no el "ser". Para el "ser" ya están las dictaduras y otras forma no muy democráticas de gobierno.
La Demoscropacia no es que sea una Democracia de baja calidad: es que no es Democracia, pues...
¿quién encarga las encuestas, quién las elabora, quién las audita, quién las difunde (o retiene), quién las presenta y cómo, y, sobre todo, quién las utiliza y para qué? Entre tanta pregunta se cuela el juego sucio, y sin fair play no hay Democracia. Cuando un mero instrumento sociológico, como es el demoscópico, se sale de su ámbito y adquiere un papel preponderante, decisivo, esto es el síntoma de algo, y no precisamente halagüeño.
Se me replicará que no se pueden poner puertas al campo y que además fallan mas que escopetas de ferias las encuestas. Pero sí se podría regular la materia, y ello redundaría en una democracia de mayor calidad.
Esta campaña de elecciones, una vez más, es un constante juego demoscópico "en tiempo real", el objetivo de todos los partidos es obtener algo respecto a las encuestas: su confirmación, su refutación, su vuelco...
Hay una página web que promedia, agrega las encuestas, y es interesante; pero la Democracia no es solo promediar ni agregar, es también permitir que el elector tenga los elementos más incontaminados para poder votar. Muchas encuestas sufren de contaminaciones de manipulación, para expresarlo en términos de praxis analítica médica.
El nombre de la web lo dice todo: Political Markets.
Blanco y en botella.
Esta noche el GRAN DEBATE del bipartidismo a 4. Como es en Antena 3, la JEC podrá podrá decir; pero ¿ acaso decidirá compensar?
Margilania:
** Una Democracia de calidad, suspendería las encuestas, al menos en periodo electoral. Y en periodo no electoral éstas deberían regularse por ley y responder a criterios de fiabilidad, para evitar que se conviertan en elementos políticos no indentificados.
** En Islandia, un payaso muy conocido se presentó a alcalde de la capital y ganó. Pero hizo políticas normales, no payasiles, y la gente se enfadó: no lo habían votado par no hacer el payaso.
** La JEC debería promover debates entre intelectuales, al menos uno. En él se debatiría solo sobre la propia campaña, no sonbre las diferentes opciones en liza; sería una suerte de metadebate sobre la campaña. Podrían ir por sorteo media docena de intelectuales sacados de un bombo de intelectuales: profesores, ensayistas, periodistas, etc. de reconocido prestigio sobre la base de criterios objetivables, como en los concurso de méritos; y un jurado ad hoc para establecer el listado consensuado de intelectuales que podrían ir al bombo de la suerte de quiénes serían los agraciados.