martes, 3 de mayo de 2016

Encuestas (des)agregadas

De nuevo las encuestas trampa, esta vez agregadas, pero que no agregan los votos de Podemos e IU, que colocarían claramente a esta coalición como segunda fuerza en votos en torno al 24%.
Aquí.

¿Por qué se empeñan las encuestas en soslayar esa coalición que ya ha sido anunciada?

Otro elemento destacable es el desfase entre la intención de voto hasta el último momento y el voto real que se produjo el 20-D.
Mientras para PP y PSOE el desfase fue menor entre intención y voto real, para C's y Podemos la diferencia resultó enorme: C's perdió más del 5%  de votos y Podemos ganó más del 5%.
El voto a los partidos emergentes es mucho más volátil, pues.

Y mejor no mirar las encuestas sobre cuáles los líderes más valorados aparecidas estos días pasados, porque dan una prelación inversa a la de los partidos; el más valorado Garzón, y el menos valorado Rajoy.
Deberían dejar de encuestar sobre un parámetro tan absurdo en cuanto se confronta con la realidad.

El Mundo por fuera

Huelga en el El Mundo, crónica de un ERE anunciado.
Aquí, por dentro, sin detalles, con la soviética opacidad de todos los despidos colectivos.
Aquí, desde fuera, con los crudos datos de la amarga realidad: 20 millones de euros de pérdidas en ventas de quiosco del periódico, por ejemplo, el año pasado.

Mala noticia para la pluralidad informativa y para lo que quedaba en este diario del periodismo de investigación.


Rien ne va plus

Iván Redondo, fino analista, sobre las futuras elecciones.
Aquí.
Hagan juego, señores, rien ne va plus!
El problema es la sensación de vivir colectivamente un día de la marmota, algo que puede desanimar a muchos de ir a votar, si bien a otros muchos, a la mayoría, el 80%, parece que el marmotismo les anima más bien a votar lo mismo, cuando lo lógico sería que, cabreados, cambiaran el sentido de su voto. Pero no.

La abstención será decisiva, dicen los analistas. Pero ¿a quién beneficia la abstención?
Aquí algunas pistas sobre la fidelidad con que cuenta cada partido.

Yo creo que beneficia la abstención a los dos primeros partidos, los de siempre, por el sistema de restos a que obliga la ley D'Hont. El asunto es que el segundo partido no es seguro que sea el PSOE.
Esta ley que combina la proporcionalidad con un premio a los más votados, y que tanta gente cuestiona, por injusta, pues un partido con casi un millón de votos (IU) obtiene 2 diputados y otro con un tercio de esos mimo votos puede sacar 6 en otro sitio (PNV), por ejemplo.
Lo llaman representatividad proporcional corregida.


Investigación interna de la Comisión

Se ha celebrado incomprensiblemente como un victoria estatal el que Juncker no recibiera en Bruselas a Puigdemont, de gira por Flandes, donde tiene algunos cuates.
Aquí.
No creo que Juncker haya recibido presiones del Gobierno de España.
Un Juncker en forma y no en declive lo habría recibido, le habría contado la postura comunitaria  y sus consecuencia legales frente a los secesionismos unilaterales y luego nos los habría contado a todos en rueda de prensa. Algo tan sencillo y democrático como esto nos habría ahorrado miles de horas de ambigüedades interesadas en mítines indepes por venir, y, sobre todo, habría sido un buen precedente erga omnes para todos los aventureros de la insolidaridad.
El problema de Juncker con este esquinazo era evitar tener que dar explicaciones a Puigdemont y luego a los periodistas sobre cómo avanza la investigación interna sobre el fantasmagórico traductor españolista que manipuló hace unos meses la respuesta de la Comisión a la pregunta del diputado del PP Santiago Fisas sobre una eventual secesión catalana.
Ici.