viernes, 9 de septiembre de 2016

Mendoza el equidistante

Eduardo Mendoza aboga por el bilingüismo... pero alertando contra las imposiciones de ambos lados.

Aquí.

¿Pero es que alguien impone el castellano en Cataluña?

Ay, la factoría Balcells y sus regalías...

El suicidio de España y otras muertes

Unamuno lo vio claro hace un siglo.

El destino aciago de Cataluña, que se celebrará este próximo domingo, en una macabra danza de muerte.
Aquí.

Y también columbró el suicido de España.
Aquí.


"Son los Estados los que hacen la Nación, y no unas menguadas naciones las que hacen el Estado".

El otro proceso

El TC está paralizado, como un personaje de Kafka.
Aquí.
No quiere abordar el asunto  del "proceso" catalán, por razones de prudencia política, con lo cual confirma las acusaciones indepes de que está politizado, y, por si fuera poco, no actuará porque duda que la reforma del propio TC sea constitucional, pues la ley está impugnada por inconstitucional (entre otros, por la propia Generalitat).

Tan kafkiana situación sólo puede acabar como el El Proceso de Kafka: estas son las últimas palabras de la novela (inacabada, por cierto, y por eso infinitamente cercana a la realidad, que es un flujo inconcluso): "Era como si la vergüenza hubiera de sobrevivirle".
El sujeto, casi huelga decirlo, sería, no Josef K. sino  el alto tribunal.


Si se examina el manuscrito de la novela se verá que Kakfa escribió primero " Lo último que sintió antes de morir fue vergüenza"; luego corrigió y anotó: "Al final ni el hecho de morir le ahorró la vergüenza"
Aquí.

Hasta que por fin dio con la formulación antes citada, Ese tránsito de la primera a la última formulación hace de Kafka el escritor genial que fue.

El subjuntivo le da una temporalidad abierta; y el sitio que ocupa en la frase la vergüenza, cobrando todo el protagonismo, resuena más allá del libro.