jueves, 28 de enero de 2016

¿Horca o guillotina? Hay una tercera vía...

La única salida buena, porque evitar males mayores, es que PSOE y Ciudadanos gobiernen con la pasividad cómplice, vulgo abstención, del PP.
El PP no debe gobernar hasta que no se regenere.
El PSOE solo debe gobernar con quien quiere romper el sistema ni el país.
Ciudadanos debe aceptar gobernar en un Gobierno de transición para reformar la Constitución, que requiere de mayorías agravadas, por sentido de Estado.
Y Podemos debe ver cómo con sus eróticos 69 diputados todavía no puede asaltar cual un trige el Estado de Derecho sino solo enroscarse onánicamente sobre sí mismo
Y los nacionalistas han de entender que ya no tienen nada que pinchar ni cortar en la gobernabilidad de un país al que no quieren pertenecer.

Psoepultureros de Montesquieu

César Luena, o césar o nada, se erige en juez del PP. Y en Gobierno, pues es el ejecutivo el que indulta. Juez y Gobierno quiere ser el parlamentario...
Aquí los sepultureros de Montesquieu son legión.
La división de poderes, ay, en España nunca brilló por su presencia.
Y pronto habrá un opus al efecto, y en cuanto estén listas las galeradas esféricas, apenas tres semanas más para que llegue a las mejores librerías del Reino.



Si vis pacem, para bellum

Para Rafael Hernando, sus flequillos, portavoz del PP en el hemicirco, los movimientos de cortejo al PSOE del urogallo Podemos son "hacer uso del manual del golpista".
Hombre, Rafa, hombre... moderemos el lenguaje.
La declaración de emergencia sanitaria mundial es por el zika, no por la podemitis.

Ahora, si se trata de la técnica, léase el manual del golpista de Malaparte, que, al menos, está bien escrito.

El reseñador del libro concluye así su reseña, y a lo de Hernando le viene como anillo al dedo:

Para evitar golpes de Estado por obra de minorías entrenadas, los gobiernos deben: a) tener respaldo de masas organizadas para neutralizar turbas mercenarias; b) mantener seguridad en los servicios públicos (electricidad, transporte, TV, radio, teléfonos, agua, etc.); c) tener medios para difundir la versión verdadera de la noticia; d) vigilar las actividades en el país de asociaciones extranjeras; f) vigilar el ingreso de fondos del exterior para grupos nacionales.







¿El rey?

El ministro de Justicia apunta (oblícuamente y apelando a la creatividad) a que el rey podría convocar elecciones sin que haya habido un intento de investidura; también podría nombrar a una persona independiente con la encomienda de formar un Gobierno de independientes y tecnócratas, a lo Mario Monti en su día.
Nuevas elecciones  apenas servirían para penalizar a los que los españoles consideren que no han actuado de buena fe en esta no negociaciones, en que nadie quiere pactar con nadie, salvo el PP, con el que nadie quiere pactar.
Ni Rajoy es la solución, ni PSOEDEMOS tampoco.
El comodín es Ciudadanos, pero insiste en su equidistancia, pensado en el día de ¿pasado mañana?
Curioser and curioser...


La nueva casta

En Los Desayunos de TVE, entrevista a Irene Montero, nueva novia de Iglesias y futura ministra.
Le afean los tertulianos que Podemos quiera acordar un Gobierno con un PSOE del que recelan y al que maltratan.
Sale viva de la entrevista, es rápida, pero habla en consignas, es un replicante de Iglesias con faldas. Vehemente, incisiva y sectaria. La nueva casta.
Los podemita van a por todas, y tarde o temprano serán el primer partido en la izquierda, salvo que en el PSOE cambien de líder y encumbren a alguien que encarne unos ideales de cambio y regeneración; el actual líder debió haber dimitido al conseguir los peores resultados de la historia de su partido. Desde tan abajo es muy complicado levantar el vuelo.