sábado, 24 de diciembre de 2016

Indulgencia garantista

El conductor asesino del camión que mató a doce personas en Berlín fue abatido ayer en Milán; no pudo ser deportado por dos veces a su país, porque Túnez no lo reconoció por dos veces o bien tardó mucho en hacerlo la tercera vez.
Aquí.

En Alemania se sabía que andaba con malas compañías y que tenía un pasaporte italianos falso.
En Italia sabían que había circulado con seis identidades falsas.
A pesar de ello, disfrutaba del estatuto de Duldung (suspensión de la orden de expulsión o de deportación), palabra que también significa indulgencia y tolerancia; circulaba a sus anchas,

Cruzó dos fronteras europeas tranquilamente, y ni siquiera fue identificado antes de ser abatido. Murió porque disparó a los policías; de haber entregado cualquier documentación falsa, es probable que anduviera aún suelto.


Estos son los hechos.

Luego nos extrañamos de que suban como la espuma los populismos que claman mano dura.



P.D.

Gracias al nivel 4 de alerta, en España se han detenido a más de 17 yihadistas, dice ufano el ministro.
Nadie le ha preguntado al ministro ni a sus antecesores por qué no se ha estado siempre en nivel 4 desde lo de Atocha.



Canadian Way

El secesionismo murió en Québec tras dos referéndums perdidos... y ahora con un quebequés presidente de Canadá. 1980, 1995 y 2015.

No hay terceras vías ni tu tías: o gana el secesionismo o pierde. Y para que pierda a veces debe hacerlo en referéndum.


Pez en el canasto

La muy errónea lectura de EM sobre la quedada secesionista vivida en el Parlament catalán ayer.
Aquí.
Pensar que la nueva táctica moderantista sustituye a la estrategia rupturista encubierta es no haber entendido nada.

Pero lo peor y más torpe es pensar que las aparentes divisiones en el frente secesionista van a beneficiar a los constitucionalistas. Ni por pienso.

En cuanto que el Gobierno del Estado diga No al referéndum "pactado" (y al no "pactado"), quedará expedita la avenida para la consulta ilegal.
Pero esta vez no será otro 9-N más, en eso tiene razón Colau. Será otra cosa, porque esta vez irán a votar también los de Colau y muchos electrones libres del PSC y mucho tercerista descarriado.

En cuanto se alcance un quórum de participación del 50% en dicha consulta y a poco que haya observadores internacionales (el Sí a la independencia es incuestionable y superará el 80% como mínimo), el "peix" estará en el "cove". Y la comunidad internacional tendrá la foto que los secesionista quieren que tenga.

La línea editorial que confunde deseos con realidades presagia la lenta muerte de los peces, eso que cantaba Serrat.

Colau, quien dice cuando se le pregunta que votaría Sí a la independencia, no es que quiera ser la primera presidenta de la Generalitat, es que quiere serlo para ser la Presidenta de la República catalana... si no puede serlo de la española, que también.

Un Gobierno serio debería convocar un pleno en la Cortes para plantear un reforma constitucional que permita duras y estrictas y tasadas consultas secesionistas, tal vez incluso a dos vueltas, como se planteó en Canadá en los años 80:  primero en la C.A. en cuestión y luego en todo el Estado si la primera consulta arrojase un claro Sí a la secesión (más del 50% de quórum y un 55% de Sí ala independencia), y prepararse para ganar esas consultas en las que deberían votar el máximo de catalanes, no sólo los independentistas y afines.

Otra opción es innovar y plantear referéndums de expulsión para la CCAA díscolas, marcando así la vía a la UE, que a su vez debería plantearse expulsar a algunos de los Estados Miembros por incumplimiento de las condiciones de "membresía".


El principio romano de no quedar nadie obligado a permanecer en la cosa o casa común ha de prevalecer, malgré tout. Pero el derecho a expulsar al incumplidor debería introducirse.








Mosca muy gorda

La escenificación es fundamental en política.
Sin la mesa incongruentemente enorme de Soviet Supremo en que se han sentado hoy los que se han sentado, el impacto habría sido mucho menor. 
La calle más larga del mundo en la época del Conducator era la avenida principal de Bucarest con un gran tramo con fachadas sin casa detrás.
Es muy hábil por parte de tan largo elenco el pedir una gran referéndum, ahora pactado, a quienes sabes que no pueden pactarlo.
Y anunciar que lo van a publicitar por todo el mundo.
El marketing (atrezzo) de los secesionistas es incongruentemente más grande que el de los constitucionalistas, que parece una troupe de cómicos de la legua en carromato tirado por borricos.
Hasta el portavoz de los secesionistas de la Gran Mesa es un ex PSC. Con esto está todo dicho.
A esta mosca no hay quien le ate ya el rabo.
La vía judicial engordará aún más al insecto.
De momento, de los 46 puntos a negociar, 45 puntos ya los han ganado los secesionistas, sin bajarse del autocar.

Un Gobierno serio convocaría una reunión de Presidentes autonómicos y los líderes de la oposición de cada Parlamento autonómico para tratar de esos 45 puntos, a más no tardar.