sábado, 9 de julio de 2016

Terceras elecciones de entrada no

Después del 20-D todos los actores coincidieron en que no habría nuevas elecciones, y las hubo.

Sánchez ha dado hoy el esperable NO a Rajoy... y el  algo menos esperable NO a la abstención con la aquiescencia de la baronía socialista.
Aquí.

Con ello traslada la presión a Rajoy, quien debe o bien allanarse ante C's o bien empezar a pensar en darles cosas de las de comer a los independentistas de Convergència. Ninguna de las dos opciones parece encajar con el perfil psicológico de Rajoy.

Todo apunta a que intentará convencer a C's de que si no le ayuda en la investidura habrá nuevas elecciones, cosa que en principio sería letal para C's; y como también sería letal para el PSOE, Rajoy confía en que el segundo día de la investidura él logrará más SIES que NOES; pero ello requiere que C's se abstenga y al menos unos cuantos socialistas hagan lo mismo. Enfrente tendrá seguros los NOES de Podemos (71) y de los independentistas catalanes (17), Bildu (2), y probablemente los del PNV (6), sacrificados en el altar de la abstención de C's; en total 96 NOES frente a 137+1  (CC) SIES, y con 32 abstenciones de C's... Todo esto no es suficiente; y aquí es donde el PSOE ha de mojarse: 138 versus 96 son 42 escaños; como mínimo 42 escaños socialistas deberían abstenerse, es decir la casi la mitad de sus 85 diputados.

Al final, aquello de que unos pocos socialistas se irían al baño durante la votación no tiene sentido, o sólo el del ridículo: pues deberían irse al baños 42 socialistas, un atasco en el retrete, vaya; y no podrá ser tampoco que el PSOE se divida en dos.

Resumiendo; la abstención de C's no sirve de nada para la investidura. Sólo sirve la del PSOE, que es lo que este anotador de cuadernos de campo viene diciendo desde el 26-J. Tanto más cuanto que unos votos en favor de Rajoy por parte de C's tampoco servirían por sí solos, pues requerirían de la complicidad del PNV, que es un partido que no puede estar donde C's y viceversa.

Y que el PSOE al final se abstiene en bloque significa que le cede la oposición a Podemos y a C's, algo que sería casi un doble suicidio.

A ver a quién le entra más vértigo al final, como dijo Rajoy en su día: si al PSOE, si a C's o tal vez el vértigo le entra al propio señor Rajoy Brey: unas terceras elecciones, una vez pasado el susto del Brexit, no tienen por qué mejorar sus resultados.


Después del 20-J todos los actores coinciden en que no habrá nuevas elecciones... igual que dijeron hace seis meses.

La bicha y el bitxo

Los socialistas han escenificado su No a Rajoy, sin mencionar la bicha de la abstención.
Lucía Méndez le da una interpretación psicoanalítica a la negativa.
Aquí.


Ooooh, ¿por qué ha de ser todo tan previsible también en las cosas malas?

Me aburre repetir que sin la abstención de PSOE, lo que hagan todos los demás partidos es irrelevante, salvo que a Convergència le dé un jamacuco mental con el cambio de nombre.

No es magia, es ciencia.


Tras descartar 298 nombres, ayer descarton dos más:
Més Catalunya y Catalans Convergents.

Hoy sonaban con fuerza:
Junts per Catalunya, Partit Demòcrata Català y Partit Nacional Català.
Todo muy repetitivo, como una pesadilla de aire acondicionado.


Llama la atención que eludan las palabras "Independència" o "independent", a la manera escocesa o quebequense; y prefieran no mencionar a la bicha (o mejor dicho al bitxo, la guindilla, ese condimento se repite en el paladar desde hace años en los círculos convergentes)



"La cocina española está llena de ajos y de preocupaciones religiosas", dijo Julio Camba.
La catalana, de bitxo y de preocupaciones independentistas, diría yo.





Catalans Divergents

No se ponen de acuerdo con el nombre de la nueva Convergència y lo aplazan sine die.
Las dos propuestas oficialistas: "Més Catalunya" y "Catalans Convergents" no han gustado a los afiliados.
Aquí.

Yo creo que en efecto son dos nombres muy malos, y por eso les brindo estos  que se ajustan mejor al invento:

"Mas Catalunya S.A."
y
"Només Catalunya"