lunes, 15 de enero de 2018

De nuevo Deneuve

Catherine Deneue puntualiza.

Aquí.


Y aquí en tradu exprés de lo publicado en Libération:


Catherine Deneuve:"Nada en el texto pretende que el acoso tenga nada bueno; de lo contrario yo no lo habría firmado".

Una semana después de firmar la tribuna que aboga por "la libertad de importunar" para preservar la "libertad sexual", la actriz asume el texto, al tiempo que se distancia de algunas de las firmantes. Y pide disculpas a las víctimas de agresiones que pudieran haberse sentido dolidas.

Catherine Deneuve nos envió este texto en forma de carta, tras una entrevista telefónica el viernes pasado. La habíamos contactado porque queríamos oír su voz, saber si estaba de acuerdo con la totalidad de la tribuna firmada, y saber cómo reaccionaba a las palabras de unas y otras; en definitiva,  para que aclarase su postura.

 LA CARTA:

"En efecto, firmé la petición titulada Le Monde, "Defendemos una libertad...", una petición que generó muchas reacciones y que requiere aclaraciones.
Sí, amo la libertad. No me gusta esta característica de nuestro tiempo en el que todo el mundo se siente autorizado para juzgar, arbitrar, condenar. Una época en la que las simples denuncias en las redes sociales conducen al castigo, a la dimisión, y a veces, y a menudo, al linchamiento mediático. Un actor puede ser borrado digitalmente de una película, el director de una importante institución neoyorquina puede verse obligado a dimitir por haber tocado un trasero hace treinta años, sin que medie ningún tipo de procedimiento judicial. No disculpo nada. No me pronuncio sobre la culpabilidad de estos hombres porque no estoy cualificada para ello. Y pocos lo están.
No, no me gustan esos efectos de jauría, demasiado comunes hoy en día. De ahí mis reservas, desde octubre, al hashtag "Balance ton porc" [Denuncia a tu cerdo].
No soy tan ingenua como para no saber que son muchos más los hombres que incurren en estos comportamientos que las mujeres. Pero ¿por qué este hashtag no puede verse como una invitación a la denuncia? ¿Quién puede asegurarme que no habrá manipulación o golpes bajos? ¿Que no habrá ningún suicidio de inocentes? Debemos vivir juntos, sin "cerdos"o "zorras", y confieso que este texto "Defendemos una libertad..." me pareció vigoroso, por mucho que no sea totalmente perfecto.
Sí, firmé la petición y, sin embargo, creo que hoy me resulta absolutamente necesario mostrar mi desacuerdo con la forma en que algunas de la firmantes se conceden individualmente el derecho a prodigarse en los medios de comunicación, lo cual distorsiona el espíritu mismo del texto. Decir en una cadena de televisión que se puede disfrutar de una violación es peor que escupir a la cara de todas las que han sufrido este crimen. Estas palabras dan a entender, a quienes están acostumbrados a usar la fuerza o a utilizar la sexualidad para destruir, que lo que hacen no es tan grave, ya que pudiera ser que la víctima gozase con ello. Cuando se firma un manifiesto que involucra a otras personas, hay que saber comportarse y evitar embarcarse en su propia incontinencia verbal. Esto es indigno. Y, evidentemente, nada en el texto pretende que el acoso tenga nada bueno; de lo contrario yo no lo habría firmado.
He sido actriz desde que tenía 17 años. Podría decir, por supuesto, que he sido testigo de situaciones más que poco delicadas, o que sé, por otras actrices, que hay cineastas que han abusado de su poder con cobardía. Pero simplemente no me corresponde a mí hablar en nombre de mis compañeras. Lo que crea situaciones traumáticas e insostenibles es siempre el poder, la posición jerárquica o una forma de control. La trampa actúa  cuando se hace imposible decir NO sin poner en riesgo el trabajo, o supone sufrir humillaciones o sarcasmos degradantes. Así que creo que la solución vendrá de la educación a nuestros hijos e hijas. Pero también posiblemente de los protocolos en las empresas que hagan que, si hay acoso, deban ponerse en marcha inmediatamente las correspondientes denuncias. Yo creo en la justicia.
En definitiva, firmé el texto por una razón que, en mi opinión, es esencial: el peligro de la limpieza en las artes. ¿Vamos a quemar a Sade en la colección de La Pléiade? ¿Acusar a Leonardo da Vinci de artista pedófilo y borrar sus pinturas? ¿Descolgar los Gauguin de los museos? ¿Destruir los dibujos de Egon Schiele? ¿Prohibir los discos de Phil Spector? Este clima de censura me deja sin palabras y preocupada por el futuro de nuestras sociedades.
A veces me han criticado por no ser feminista. ¿Tengo que recordar que fui una de las 343 "zorras", con Marguerite Duras y Françoise Sagan, que firmaron el manifiesto "Yo tuve un aborto", escrito por Simone de Beauvoir? El aborto estaba penado con encarcelamiento en aquella época. Por eso me gustaría decirles a los conservadores, racistas y tradicionalistas de toda jaez a los que les ha parecido estratégico brindarme su apoyo que yo no me engaño. Ellos no tendrán ni mi gratitud ni mi amistad, antes al contrario. Soy una mujer libre y lo seguiré siendo. Saludo fraternalmente a todas las víctimas de actos odiosos que se puedan haber sentido agredidas por esta tribuna que apareció en Le Monde: es a ellas y sólo a ellas a quienes pido disculpas.

Atentamente,
Catherine Deneuve"


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 Más claro, el agua.