viernes, 16 de septiembre de 2016

Robin Hood Díaz

Díaz pide que la justicia "sea implacable con lo que hayan obtenido beneficio propio por fraude".
Aquí.

Debe colegirse que, para ella, si robaron en cambio para el partido (o para el pueblo como Robin Hood), la Justicia no debe ser tan implacable.



El Cid Campseador

La denuncia (con carácter preventivo e intimidatorio, para lavar su honor) de Camps contra el guardia civil que firma un informe en que lo involucra en la trama de corrupción y financiación ilegal hace aguas por todos lados, rozando el esperpento jurídico, y se reduce a "no es verdad (porque) me perjudica; y me tiene manía, salta a la vista (y eso que no se conocen)".
Aquí.
Camps se arroga la valoración de la prueba y se la hurta al juez, que tiene la obligación de retrazar el iter de las confesiones en que se cita e inplica a Camps, como guardaagujas de los flujos de dinero ilegal.

Si prospera este tipo de denuncia y filibusterismo procedimental en España, la regeneración está abocada al fracaso y la corrupción seguirá medrando, pues será imposible procesar a nadie, si este nadie dispone de recursos para impugnar todo lo que le perjudica en el expediente tant pronto se levanta el secreto del sumario.


El honor de Camps no reside en es informe de la Guardia Civil ni debe defenderse en ese nivel.


Camps: denunciar al denunciante

Hoy se ha conocido la petición del fiscal de los ERE: no se anda con chiquitas.
La penas solicitadas son importantes y las acusaciones graves.
Pero a ninguno de los imputados se le ocurre querellarse contra el fiscal.


Al mismo tiempo se ha hecho pública una parte del expediente del caso Taula.
Francisco Camps avisa raudo de que actuará contra todo el que intente manchar "siquiera levemente" su honor; dicho y hecho, se querella inmediatamente, y como con carácter preventivo, contra el Guardia Civil que firma el informe que lo pone en el centro de la trama de corrupción, en calidad de árbitro, según testimonios de los corruptos confesos.
Aquí.
Si fuera consecuente,  Camps debería querellarse como mínimo contra las fuentes que lo incriminan también, aquellos que realizan las declaraciones que dan lugar al informe. Pero eso no lo hace. ¿Para evitar careos?

Una de tres: o Camps no sabía nada de la trama, como pretende, ¿pero hace bien en querellarse en esta fase contra un Guardia Civil por recoger testimonios de delincuentes confesos?; parece que no se fía de la justicia; o bien sabía de la trama y la toleró; en cuyo caso se estaría querellando sólo para aparentar que no sabía nada y porque, en el fondo, no se fía de que le crea  su mentira el juez más adelante. O bien conocía la trama y la fomentó, con lucro personal o sólo con lucro para el partido: y en este caso su denuncia es ya puro cinismo: la interpone porque cree que no se podrá demostrar su implicación directa en los hechos.

Más allá de esto, conviene reflexionar sobre si procede que se pueda denunciar al firmante de un informe policial o de la Guardia Civil que se limita a emitir hipótesis sobre la base de testimonios autoinculpatorios dentro de un procedimiento judicial en curso, y hasta qué punto esto entorpece o no la labor instructora del juez del caso. ¿No debería ser más bien este juez quien dé o no validez al informe de la UCO en la valoración de las pruebas, y no otro juez distinto el que sea llamado a entender sólo de la veracidad de un informe suelto dentro de un amplio dosier en un macroasunto?

Camps dice que es inocente de todo lo que se le achaca.
¿Por qué teme tanto?
Él no ha de demostrar su inocencia, a Dios gracias, esa época ya pasó, es la Justicia la que habría de probar su culpabilidad, si al final lo procesa.

Denunciar al Guardia Civil que redacta un informe no parece una buena pauta de conducta ni predispone a los magistrados a favor: es como si dudase del discernimiento del Tribunal.

A Camps ya lo absolvió un jurado (popular) por lo de los trajes, cuando las pruebas eran muy notables y los trajes existían. Nada ha de temer con esta corrupción de bolsas de basura llenas de billetes si, en verdad, nada sabe, tal como pretende.