martes, 22 de noviembre de 2016

La decadencia del dragón

...con escamas y malas pulgas.
Dragó ensalzando aquí al cruzado y al machote que lleva dentro.
Está en su derecho.
Pero que ensalce a Spengler, el cesarista y fascista, como el pensador con lo que hay que tener, pasa de castaño oscuro.
Le edad provecta no debe ser utilizada para cualquier provocación. El Mundo no debería hacer propaganda gratis de un empresa rentable eulesina y de sus patrocinadores.
La propaganda se paga.

Un ensuciador profesional

Un demagogo profesional de la CUP marcando paquete en el aniversario del recordado Lluch.
Aquí.
Que Lluch muriera por pedir contra el sentido común diálogo con sus asesinos no lo convierte en el mejor estadista que ha habido en Cataluña, pero tampoco lo hace merecedor de este escarnio de los amigos de los batasunos.

"La guerra sucia", dice.  La de ETA era limpia.
Él, Garganté, que ensucia todo lo que toca.

Si Erdogan fuerza a las cabras, que se case él con una

Erdogan, el último avatar del islamismo rampante, quiere legalizar la violación a las mujeres.
Aquí.
Que la UE siga aceptando tener trato con él (y que no anule la candidatura del país a la pre-adhesión) da la medida de hasta qué punto el proyecto europeo está herido de muerte. Y que el profeta del rearme moral sea este belga líder de los liberales europeos, que le ve tantas gracias a Trump en comparación con los populistas europeos, es de lo más descorazonador.
Aquí.


Catalan connection

Cómo la narrativa hace lo blanco negro.
Aquí.
El populismo tiene un alcance capilar insospechado.


P.D.
Hasta todo un Steven Pinker cae en él.
Here.

No reconocer los resultados si perdía es algo a lo que sólo se atrevía Trump hasta hace cuatro días.

Patriotismo de prêt- à-porter

Cifuentes la ha metido hasta el corvejón.
Aquí.

Qué tendrá Andalucía, que vis atractiva tendrá, que siempre acaba en boca de todos por las malas razones...

"De tanto ir el cántaro a cifuentes, el perro dormido despertó"

(Y el dinosaurio del nacional-patriotismo seguía allí).

Cabaret Le Pen

BHL ve a Le Pen presidenta en la estela trumpera.
Aquí.
Puede ser... ahora, porque ahora todo puede ser.

Dice BHL: "La gente cada vez atiende menos a la política, e incluso parecen menos interesados por si el candidato dice la verdad o no. Les interesa la actuación, la calidad teatral de lo que dice, no si lo que dice es o no verdad [...] Y como bien sabemos, un fascista puede actuar con mucho éxito".

No será Fillon la pareja de baile en la segunda vuelta, será el desconocido Macron. Y puede pasar de todo, pue todo puede ser... ahora.