Al final Rajoy manda al ex ministro reprobado (y réprovo) a Peticiones (comisión que no requiere consensuar).
Este pescadito que se le da a Fernández por servicios prestados no sólo es humillante para el sistema (otro escupitajo más en el ojo de Montesquieu) sino que denota la inmensa debilidad del PP: a la primera, Rajoy convocará elecciones.
Aquí.