miércoles, 8 de noviembre de 2017

El Tiempo sopla fuerte

Durísimo editorial del conservador Times ayer, que compara a Rajoy con Putin.

Aquí en V.O.



Y aquí en tradu exprés.

"Los prisioneros de Rajoy

Madrid debe abogar por la unidad sin recurrir a la cárcel


El gobierno español de Mariano Rajoy tiene que ganar en cuestiones importantes para calmar la crisis en Cataluña, pero se está pegando un tiro en el pie. En las próximas semanas, debe convencer a los separatistas catalanes de que su exigencia de separarse de España tiene escasa legitimidad, que la Constitución debe ser respetada y que el sistema democrático del país es lo suficientemente sólido como para tratar pacíficamente a las regiones disgustadas.

Esto no puede llevarse a cabo con éxito mientras las autoridades estén decididas en convertir a los líderes independentistas de Cataluña en presos políticos. Al no reconocer que un problema político debe ser abordado por medios políticos, Madrid está agravando el enfrentamiento. El liderazgo de Rajoy quedará eclipsado por éste. Más de 2.000 empresas han trasladado su sede fuera de Cataluña desde el referéndum de independencia del 1 de octubre. Pero ya es evidente que la economía española en su conjunto está empezando a sufrir.

Las tensiones aumentarán esta semana. Mañana habrá una huelga general en la región y se realizarán concentraciones masivas el sábado. Carles Puigdemont, el depuesto líder catalán, se libró anteayer de la prisión preventiva por un tribunal de Bruselas y permanecerá en libertad en Bélgica hasta que se ventile la solicitud de extradición de España. Al igual que ocho líderes catalanes que han sido detenidos en España, Puigdemont está acusado de sedición, rebelión y malversación los fondos públicos. La máxima pena de cárcel posible es de 30 años.

Claramente, para que las elecciones regionales del 21 de diciembre tengan todo su sentido, el señor Puigdemont debería poder regresar a Cataluña sin impedimentos y hacer campaña. Mientras tanto, Madrid debería hacer todo lo posible para movilizar a los catalanes que están a favor de quedarse en España. Debe cantar las virtudes de la identidad española en lugar de aporrear el tambor del orden constitucional. Rajoy tenía razón en convocar elecciones anticipadas en Cataluña. Las deficiencias democráticas del gobierno regional han sido parte del problema. Un gobierno tambaleante, una ley de referéndum dudosa que no establecía niveles mínimos de participación, una participación especialmente baja en la votación: todo esto ha debilitado a los separatistas al igual que la incapacidad del señor Puigdemont para explicar cómo Cataluña podría sobrevivir, y mucho menos prosperar, como un Estado independiente.

La apuesta del señor Rajoy es que una nueva mayoría de los españoles unionistas acabará con cualquier futuro debate. Sin embargo, todo lo que el primer ministro ha hecho y permitido que se haga en la actual crisis ha socavado esta estrategia. Desde la brutalidad policial en el día del referéndum hasta el arresto de los políticos, la mano dura de Rajoy mantiene vivo el voto separatista. Durante mucho tiempo ha habido una mayoría en favor de la unión con España; ahora parece que habría una disputa de resultado incierto. Hay una acuciante necesidad no solo de que Madrid llegue a un acuerdo negociado después de la votación del próximo mes, sino también para que la Unión Europea encuentre una manera de salir de su embarazoso silencio.

Las elecciones de diciembre deben celebrarse limpiamente. Cualquiera que sea el resultado, la moderación debe prevalecer el día después. Los separatistas catalanes deberían dejar de hacer alardes y estar listos para conformarse con un arreglo que no llegue a la independencia. Su lucha no es solo contra Madrid sino contra el resto de España, que considera que los catalanes ya gozan de un trato muy bueno. Y el señor Rajoy debe entender que no va a ganarse corazones y mentes metiendo políticos en la cárcel. Debería dejar ese estilo de gobierno a la Putin".