domingo, 20 de noviembre de 2016

El hijón

Fillon es muy católico, quiere uniformes en las escuelas y legitimar a Assad para complacer a Putin. Y cargarse cien mil puestos de funcionarios.
Muy ecuménico todo.
La sobrepuja con Le Pen puede ser de antología, a ver quién es más amigo de Trump y de Putin y a ver quién hace que Francia se engalle más ante la decadencia de Occidente.


Sólo falta que Merkel no gane para que la UE de Roma  no cumpla no los 70 sino los 65.