martes, 2 de agosto de 2016

A los puntos

Parece que los convergentes (qué ocasión perdida la de no llamarse divergentes) se quedan también sin grupo en el Congreso, incumpliendo el PP el pacto de villanos para la vicepresidencia tercera de la Mesa. Lo del Senado fue en contra o en el límite del reglamento, pues los cuatro convergentes cumplían con las diez firmas senatoriales, craso error: no puede pretender imponer la legalidad si tú mismo te la saltas.
Pero como todo es política en este país, el boxeo de golpes bajos no ha hecho más que empezar.
Este combate al que llevamos asistiendo años entre los independentistas sin causa y el establishment autista del PP se decidirá a los puntos no por KO.
Lo del TC y su suspensión en un golpe más, no el definitivo, ni mucho menos. Es vidilla que se le da al proceso.
Muy probablemente el juez-árbitro sea un señor "con cara de manzanas agrias" como Jean-Claude Juncker el que levante el brazo izquierdo del vencedor: el Reino de España (o lo que quede de él).



Como dijera Gaudí de los que tenían que acabar su obra inacabada en Astorga, el Palacio Episcopal:
"serán incapaces de terminarlo y capaces de dejarlo interrumpido".

Así los indepes.