sábado, 16 de julio de 2016

Nuestro hidepu

Brota por doquier la épica de la oposición popular al golpe de Estado en Turquía.
Que si 23-F, que si Tiananmen...

¡Pero si Erdogan es un sátrapa!

Que casi la mitad del electorado haya aupado al siniestro personaje, que tiene a docenas de periodistas pudriéndose en las cárceles y que combate ferozmente a los únicos turcos que combaten contra el ISIS que son los kurdos, da la medida de la perversión a la que estamos asistiendo con el encumbramiento post putsch de Erdogan.


Esos escrúpulos occidentales en favor del statu quo surgido de la urnas no se produjeron cuando el golpe de Estado en Egipto (ni antes Argelia ni antes en...).

Es aquello de es un hidepu pero nuestro hidepu... y bla.

Los demócratas turcos tienen hoy motivos para estar hoy más desasosesagados que ayer.

Al Asad debe de estar envidiando el trato que Occidente dispensa a  Erdogan.

No se olvide que los primeros que salieron en su defensa fueron Putin y Arabia Saudita e Irán. El trío calavera.