viernes, 1 de julio de 2016

Divorcio a la inglesa

Santiago Muñoz Machado argumentando con gran finura que el Reino Unido no se irá de la UE aunque se quiera ir, porque sencillamente no puede irse debido a que su realidad política y jurídica está entretejida con la fibras de los tratados internacionales europeos.
Aquí.
Soslaya sin embargo el hecho principal: si el Reino Unido no se va,  al Reino Unido se le va a echar a patadas y con escarnio ejemplarizante, para disuadir toda nueva aventura antieuropeísta entre los socios.

De momento, no ha pasado ni una semana y Cameron ya no se sienta en el Consejo Europeo, que se reúne a 27,  ya no hay Comisario británico ni se le va a sustituir, y pronto no habrá jueces ni eurodiputados británicos.

No parece que el Reino Unido pueda demorar su salida a todos los efectos durante mucho tiempo.
Otra cosa es que intente negociar las mejores condiciones del divorcio, pero el que se marcha siempre se lleva la peor parte.

El caso escocés sólo podrá resolverse internamente y con un nuevo referéndum para irse del Reino (des)Unido, por la misma razón: los Estados miembros no pueden aceptar que una región, por muy autónoma que sea, tenga una personalidad propia distinta a la del Estado al que pertenece. Mientras Escocia no sea un Estado independiente no es nada.

La política se acabará imponiendo a la juridicidad.