viernes, 22 de abril de 2016

El adicto

Iglesias insiste en decir que Otegi es un hombre de paz (pensando en las elecciones del País Vasco y una alianza postelectoral) el mismo día que pide perdón por haberse ciscado en la prensa libre.
Aquí.
Así desvía la atención en ambos temas, lo uno tapando lo otro.
Una vez más, logra estar en el foco, día tras día, chute tras chute.
Su querencia a los medios es ya patológica. Pura adicción.