lunes, 21 de diciembre de 2015

Por la boca muere el candidato

Desazona un poco (por usar un eufemismo) escuchar a los líderes en la noche electoral valorando los resultados: parecería que han ganado todos. Su optimismo impostado, los eslóganes coreados por los adictos ("¡yo soy español, español, español...! qué vas a ser, alma de cántaro,  ¿sueco?; o bien "Presidente, Presidente" dirigido a alguien que es casi imposible que lo sea porque ha quedado en tercera o cuarta posición), o su pretensión de que en adelante ellos serán los que decidan y marquen la agenda política, todo resulta un punto patético, como cuando los integrantes de un equipo de fútbol perdedor se abrazan como si hubiesen ganado. Es como si no supieran que la campaña electoral ha acabado, como si quisieran convencerse a ellos mismos de lo que en el fondo saben sin querer saberlo: que no han ganado, que no gobernarán, y que si lo hacen, será pagando un precio altísimo en términos de programa, de liderazgo interno, de perspectivas futuras.


Rajoy botando en el podio de Génova por haber perdido solo el tercio de sus diputados y sin saber si podrá gobernar, Sánchez diciendo que es un día histórico para el socialismo español (en efecto, el peor resultado de su historia), Pablo Iglesias en Atocha hablando de blindar derechos en la Constitución (tendría que convencer antes al PP y al PSOE y a C's) o recordando a ¿Azaña? hace 76 años como el modelo a seguir ahora que ellos "han ganado", y Rivera queriéndonos hacer creer que con 40 diputados será C's la que modifique la ley electoral o hablando de nuevas eras irreversibles produce cierto estupor. En esto la nueva política es también idéntica a la vieja.
Por no hablar del parlamento de Albert Homs en Barcelona, como si hubiera conseguido la mayoría absoluta o la soflama de Colau en un histerismo impostado en quien, además, no se presentaba a las elecciones.

¿No hay nadie sensato que pueda salir y coger el micrófono para decir las duras realidades, tampoco dramáticas, pero poco gloriosas, que cualquier persona con sentido común puede constatar: lo único  claro que sabemos esta noche es que no hay nada claro. Apenas que 109 nuevos diputados emergentes emergerán en enero en el Congreso, para ser unos más entre los 350 diputados de... la casta.


Buenas noches, ex electores.