lunes, 7 de diciembre de 2015

Iglesias se pone el mundo por corbata... y llama a la guerra civil

Al final se puso ...la cortaba. Pero roja. Y, sobre todo,  fuera del Congreso, donde casi todos las llevaban (y no roja). Está claro que Iglesias conoce el valor simbólico de respetabilidad y seriedad de la corbata: "Vamos al homenaje a la Constitución y allí sin corbata. Pero con vosotros sí, todo el respeto de la corbata, compañeros....". Es decir, para sus compañeros, todo el respeto, para los diputados, todo su desprecio. Los demás candidatos han hecho lo contrario, ir sin corbata en los actos de la tarde, para el público en general.
Durante meses, Iglesias y sus descamisados han arremetido contra los gánsters encorbatados y de cuello blanco y manguitos, verbigracia: la casta. Pero hoy, día de una Constitución que él quiere jubilar, va y se la pone pero fuera del Congreso, para sus correligionarios.
En el multiplex (Madrid, Barcelona, Valencia, Santiago y Las Palmas) con sus compañer@s de viaje, Iglesias ha reivindicado el tan traído y llevado derecho a decidir para catalanes, vascona-navarros, gallegos y valencianos (se ve que los baleáricos, a pesar de ser también coespañoles de lengua cooficial, que es el único factor que une a los anteriores, no les alcanza ese derecho diferencial).
El Ex Jemad Julio Rodríguez, que lucía corbata por la mañana en el Congreso, por la tarde se la había quitado, pour faire bonne mesure, tal vez, como se ven en la foto de la noticia. "Yo me la quito, tú te la pones". Pero no era la misma corbata, la del general era la clásica de color indefinido con rayas.
En el Círculo de Bellas Artes (no es casual elegir como escenario un lugar de tradición tan acendrada y conectado con la intelligentsia) ha aprovechado para lanzar pullas y clavar puyas a su verdadero competidor por los votos de la izquierda: el socialista Pedro Sánchez. Le ha recomendado que escuche al nacionalista galego Beiras (el abuelo de la elecciones, nacido en 1936, predestinato, y el único candidato de relieve que vivió la Guerra Civil) y lea (no a Kant, ya se ha aprendido la lección: las lecturas mejor proponerlas tú a que te las proponga el respetable) sino a... ¡¡Otto Bauer!!!, el austriaco ex pangermanista creador de la teoría de "la revolución lenta" y que en su La lucha por el poder (1924),  reconocía que, "en los países en que la burguesía hacía reinar su poderío por la fuerza física, el poder político sería tomado mediante una «guerra civil»".
El tal Bauer definió la nación como una colectividad unida por una comunidad de destino en una comunidad de carácter. Dicha definición sería reivindicada posteriormente por Enric Prat de la Riba, y más tarde José Antonio Primo de Rivera, basándose en ella, definiría a España como una unidad de destino en lo universal.

Mañana, bueno, hoy lunes, por la noche, el gran "debate a cuatro", con Soraya Sáenz, sin corbata, frente a los tres aspirantes, imagino que dos con corbata, y Pablo Iglesias "sin", porque solo se la pone para hacer multiplex con los compañer@s  de viaje.

*No sé aún si es mala la idea de Rajoy de mandar a los leones a su delfina, pero lo que está claro es que si vuelve a salir a pasear Immanuel Kant por el plató, ninguno de los tres varones domados podrá hacerle sombra a ella, que a buen seguro tampoco había leído al gran filósofo (que no gran jurista), pero que sí  que se lo habrá leído estos días (o al menos su vulgata), y, lo más importante, será la que lo mejor lo haya entendido... un poquito.