viernes, 4 de diciembre de 2015

Arranque

En unos minutos empezará oficialmente la campaña. En tiempos se llamaba "la pegada de carteles" y se le sigue llamando así, aunque no siempre se realice tal pegada; hoy la pegada me temo que será virtual. O no. La pegada de carteles es un símbolo, un gesto como cortar un cinta en una inauguración o descorrer una cortinilla en una placa o un pie de estatua. Mera escenificación.


**Yo he pegado carteles (teatrales) y sé lo incómodo que es pegar carteles, las "farandolas" que hace el papel ondulándose, el olor de la cola, y los rulitos de pegamento incordiante debajo de las uñas.

**Hoy hace 26 años, Bush y Gorbachov dieron por acabada la Guerra Fría. Desde entonces vivimos en una guerra no declarada contra el terror de origen islamista, por mucho que algunos se empeñen en negarlo; pero los candidatos no tratarán del tema, al menos hoy, no. El tema internacional, la guerra contra el ISIS, no será central en la campaña, salvo que la cosa se ponga muy fea. No es un tema que interese a los partidos en liza: todos recuerdan el 11-M y nadie quiere mojarse demasiado en este asunto, por si al final empiezan a caer soldados de la OTAN (Alemania parece que mandará soldados) y porque tampoco tienen claro los partidos qué hacer; apoyar a Francia sí, pero con el menor coste doméstico posible.

Podemos directamente opta por no intervenir ni ayudar a Francia. C's parece el más belicista, pero de boquilla, pues se ha desdicho ya. De los cuatro es el único partido que no "lleva" a un militar estrella en sus filas, aparte del PP, que al ser Gobierno, se da por hecho que cuenta con el respaldo insitucional al menos del ejército, si bien el Ministro de Defensa, Pedro Morenés ha renunciado a ser candidato a diputado, el único junto de De Guindos, por cierto. Dos pesos pesados del Gobierno.
El PSOE y Podemos llevan a dos militares estrella: la ex comandante Zaida Cantera, que parece haber sido el óbolo para que entre en el PSOE su madrina, la tránsfuga Irene Lozano, ex UPyD y que se quedó a pocos cotos de ser la líder magenta; y en Podemos el Jemad Julio Roríguez, el fichaje seguramente más sonado de la precampaña, por su anterior cargo, por su prestigio y por haber recalado en un partido para muchos considerado "antisistema". El pacto firmado por 9 partidos menos Podemos y CDC (éste, por no ser llamado a la mesa) igual pasa a segundo plano, sobre todo porque al ser tema cuasi pacífico entre los partidos, no se presta a ser dirimente en la contienda electoral.

**Esto que viene ahora serán 15 días de marketing, para convencer al indeciso (41% a fecha de hoy) de que el crecepelo de cual cual es el mejor. Pero si aún fuera así, no estaría tan mal: el producto debería ser el programa. Da la sensación de que no vende un programa sino el atractivo del candidato. Son unas presidenciales a la francesa o americana encubiertas. A nadie le va a importar quién sea cabeza de lista en cada provincia española. No digamos ya quiénes irán en los puestos siguientes. Sólo va a contar quién puede ser el que ocupe el sillón de Moncloa.

**Los partidos son empresas de crecepelo y sus líderes son sus comerciales, pero es cierto que en ninguna empresa el comercial es al mismo tiempo el jefe máximo de la empresa. Cuando lo que se vende no son ideas sino personas, es lo que ocurre. Uno ha de ir al mercado de esclavos a mostrar palmito. La venta depende de la labia sobre todo del candidato. De la imagen y de la labia. Lo iremos viendo. La labia es lo que los franceses llaman: los elementos de lenguaje (lo que se debe o no debe decir: el FN de Le Pen convoca a sus cuadros a unos seminarios de "comunicación" en que se pionen a punto esos elementos de lenguaje),; el palmito, sería todo lo visual que rodea al candidato, su presencia física, su vestimenta y sus "gracias" o falta de "gracias". Aquello de más vale caer en gracia que ser gracioso, lo que llamar el "Icetismo", es decir, la capacidad de sorprender con algún factor extrapolítico, como bailar en los mítines como un pingüino.


**Las ideas no son las invitadas a la fiesta de la Democracia, que es lo que deberían ser unas elecciones generales. La UE debate si suspende Schengen durante dos años. Tampoco será el tema de apertura de campaña.

00h 00. Empieza oficialmente la campaña electoral de las elecciones del 20-D.
36,5 millones de españoles llamados a votar. Dos semanas muy intensas de mítines y otros actos electorales.
En Madrid hay 36 escaños en juego. Donde más. Le sigue la provincia de Barcelona con 31. Pero si miramos por CC.AA, que resulta más pertinente que la provincia como distrito virtual,  Andalucía suma 61 escaños, frente a los 47 de Cataluña, la segunda C.A. en escaños. La tercera sería Madrid y  la Comunidad Valencia, la cuarta, con 33.


Esto es cosa de cuatro partidos, UPyD e IU prácticamente no existirán, a pesar de que la ley les ampara. Y en Cataluña la campaña girará en torno a la independencia. En el País Vasco ídem. Allí "se juega" a otra cosa.
 En Galicia no parece que haya un gran hecho diferencial, como tampoco en Comunidad Valenciana y Baleares, que completan el cuadro de CC.AA. con lengua propia.



Los temas de campaña esperado o esperables (luego aparecerán los inesperados e inesperables, algunos de ellos al hilo de la actualidad general, otros surgidos de la propia campaña electoral, los que llamaré “metatemas de campaña” pero que pueden acabar teniendo un papel muy importante (meteduras de pata de los candidatos,   el “asunto Kant” surgido de improviso en el mano a mano preelectoral  Rivera Iglesias en la Universidad Carlos III (que merecerá atención en una entrada monográfica), corrupción en torno a algún candidato, acusaciones fuera de lo convencional –Monedero insinuando que Rivera consume cocaína y la querella de Rivera-, etc.)

Los estructurales (locales e internacionales) y los coyunturales (locales e internacionales).

Estructurales locales:


El paro

La lucha contra la corrupción

La sanidad

La educación


Estructurales internacionales:


La salida de la crisis

Oriente Medio y el terrorismo yihadista

El cambio climático


Coyunturales nacionales:

El modelo de Estado y la crisis catalana (que ya empieza a ser un asunto estructural y no coyuntural)

Riesgo de repetición de elecciones en Cataluña

La violencia de género (que se quiere hacer pasar por estructural muchas veces)

Los partidos emergentes (en tanto que problema en sí para los dos majors)


Coyunturales internacionales:


Respuesta a los atentados de París (suspender Schengen; intervención militar contra el Estado Islámico)

Elecciones en Venezuela y situación de la oposición

Donald Trump y tambores de la campaña presidencial en EE.UU.

Esta es la lista (ampliable) de los temas de campaña; muchos viene de la precampaña, y debe tenerse en cuenta que ésta dura desde enero de 2015, año electoral (Andaluzas, Municipales y Autonómicas y Catalanas)  y que no se ha interrumpido desde entonces.



Se verá hasta qué punto se cumplen los temas de campaña.

Buenas noches, electores.