sábado, 20 de agosto de 2016

El perseguidor de casas ajenas

Los ciudadanistas, no contentos con forzarle la muñeca a Rajoy con su centón de capitulaciones, quieren hacerle una comisión de seguimiento permanente: pura persecución.
Y ahora, candil de casa ajena, le exigen primarias al PP.
Aquí.
Es una jugada inteligente pero arriesgada.

La frontera entre ser quien tutela (lo bueno) y ser cómplice (de lo malo) es muy tenue en Democracia, que no deja de ser un sistema en que manda la opinión pública.



Personajes sin trama

El fino novelista Silva trata a los políticos (incapaces de pactar para que haya un gobierno) como si fueran personajes de novela. Con su psicología de personajes de novela.
Aquí.

El problema es que no son como personajes de novela:  y no por la psicología sino porque carecen de lo principal, estar al servicio de una trama.
Aquí no hay trama y sin trama no hay quien viva.