domingo, 24 de abril de 2016

La hueva o el gallino

El director de El Mundo reivindicando el oficio y las bondades de entrevistar al diablo.
Aquí.
La tesis es atractiva y el ejemplo (Hitler en 1923) insuperable.
Y sin embargo...
No está ni mucho menos claro que más entrevistas a Hitler en los años 20 y 30 hubieran evitado ni su subida al poder (por las urnas, no se olvide nunca), ni la Segunda Guerra Mundial.
Tal vez fuese al contrario, ambas cosas podrían haber ocurrido antes.

No es que la ETA esté acabada y por eso apenas se habla de ella. (De hecho, se ha transformado en otra cosa: el Otegisimo, que es la ETA sin armas, su misma ideología pero sin pistolas cargadas y en estado de uso; el discurso de guerra de la ETA, que era un discurso totalitario, sigue siéndolo aunque usurpe ahora la palabra paz y pise moqueta y plató y mítines.) Es que la ETA está acabada porque apenas se habla de ella.

Si mañana la ETA cometiera una masacre, se volvería a hablar de ella y volvería a gozar de excelente salud.

El día que las jaimitadas y el tren de la bruja de Podemos dejen de ir a los titulares y pasen a la sección de Moda,  Sociedad o Humor, la achacosa democracia española podrá seguir respirando tranquila, con sólo un pulmón, porque nunca ha dado para más, pero tranquila.